La magia de Rio

Definitivamente Río de Janeiro nos ha cautivado. Playas, islas, montañas, música, bailes, favelas... todo ello junto al carisma de sus cariocas, hacen de Río una ciudad a la que no le falta de nada y que sea un destino único y muy especial para nosotros.

Aunque el monumento conocido mundialmente como mas popular de Río no deja de ser una estatua enorme del Cristo Redentor, su situación le hace muy especial. Prácticamente, desde cualquier lugar de la ciudad, se puede apreciar la cima del cerro de Corcovado con su Cristo observándote en todo momento; y viceversa. Desde los pies del Cristo se observa la totalidad de la impresionante ciudad (como ya comentamos cuando lo visitamos).

Pasear de noche por la diversidad urbana y paisajística de esta ciudad te permite disfrutar del espectáculo luminoso y acústico del lugar: el conjunto de luces de la infinidad de viviendas que forman parte de las favelas en los cerros, el reflejo de la iluminación de las calles y edificios en las aguas de las lagunas, el sonido constante del jazz, soul, samba... una auténtica maravilla para los sentidos.

Michel nos ha llevado a su casa y hemos tenido el placer de conocer a su encantadora familia (así ha salido él!). Una vez más, en nuestro viaje, nos va a costar mucho despedirnos de estos nuevos amigos. Ya tenemos planes no muy lejanos para recibirlos en nuestra casa. Intentaremos acogerlos y darles el cariño que se merecen y que ellos nos han brindado gratuitamente y con los ojos cerrados.

Celebrando Sant Joan!!

Las cosas no nos pueden ir mejor en Río de Janeiro. La verdad es que seguimos con nuestra particular estrella que nos sigue y nos guía en nuestra pequeña travesía. Nadie nos iba a decir que apuntándonos al gimnasio tendríamos la oportunidad de hacer nuevos amigos. Michel y Cristiano se han convertido en nuevas e importantes piezas que poco a poco van construyendo esta inolvidable aventura.
Ayer sábado estuvimos celebrando nuestro particular Sant Joan, pero al estilo brasileño. Fuimos invitados a compartir este día en casa de Cristiano con Michel y otros amigos haciendo una churrascada disfrutando de la cerveza y de la piscina. No falto la buena carne asada a la barbacoa ni la rica y cerveza helada. Todos fueron muy amables con nosotros y ya entrada la tarde parecía que estábamos haciendo una barbacoa española, puesto que casi todos intentaban hablar español. Fue una situación muy graciosa que ni ellos se podían explicar. Al final acabamos todos hablando un portuñol más que aceptable, aunque cada día nos damos más cuenta de que si uno quiere compartir experiencias y hacer amigos, el idioma pasa a un plano muy secundario. Lo que realmente importa son las ganas de comunicarse y de eso, ayer, hubo muchas.
Después de la churrascada fuimos todos a la fiesta de la urbanización donde se servían pasteles y cerveza gratis hasta fin de existencias, todo un lujo, jejeje.

Nos gusta el Pecado...

"Pecado" es un peculiar restaurante de la zona de Ipanema donde estuvimos celebrando el cumpleanhos de Marina. Después de pasear durante todo el día por el centro, conocer la popular y histórica cafetería Colombo, comer en un "a quilo" deliciosa comida, nos fuimos al apartamento para ponernos nuestras mejores galas para tan importante ocasión. La cena fué todo un éxito y lo pasamos en grande.

A primera hora del domingo habíamos quedado en la playa de Flamengo con amigos de la academia (del gimnasio) para jugar un torneo de Voley. Después de más de cuatro horas bajo el sol y sin haber quedado ganadores, nos pusimos a hacer planes con Michael y Cristiano (monitores del gimnasio y ya, amigos nuestros) para el resto de los días. Seguimos teniendo suerte con las personas que conocemos!

Con mucha pena, ayer nos tocó despedirnos de nuestra companhera de viaje. Marina voló a Buenos Aires donde va a pasar una temporada. La echaremos mucho de menos!!! Ya tenemos una excusa más para volver a este continente!!!

Para rematar nuestra feliz y grata estancia en Río, Rudi decidió comprarse una canha de pescar y disfrutar de otra manera de las playas. Qué pescado más rico nos estamos comiendo!

Seguimos en Rio...

Ya llevamos dos semanas en Río de Janeiro y la cosa va muy bien. Estamos muy bien instalados en un inmejorable barrio y el clima parece que acompanha. La verdad es que no tenemos muchas cosas de que preocuparnos aquí. Dedicamos la mayor parte del tiempo en ir a la playa y al gimnasio. De vez en cuando nos acercamos a ver algo de esta maravillosa ciudad.
Al apuntarnos al gimnasio hemos abierto una puerta a la comunicación con la gente de aquí. En pocos días hemos hecho amistad con un par de monitores y ya hemos gozado de una excelente velada nocturna en la conocida zona de Lapa. Lapa rebosa de gente por las noches. Dentro y fuera de los innumerables garitos que abren sus puertas diariamente en el centro de Río. La música en directo es muy normal aquí. Esos ritmos endemoniados hacen que uno se ponga a bailar de manera natural, como si lo llevara dentro. Aunque hay que matizar que los auténticos bailarines son los nativos de la zona. No veas como se mueven!!!!!
También hemos tenido el placer de disfrutar de un partido en el mítico estadio de Maracaná. Quien me iba a decir que iba a estar yo algún día en este inmenso coloso del fútbol.
La samba, el sol, las playas y las caipirinhas hacen de Río un escenario ideal para la diversión y el entretenimiento.

Ipanema Beach!!!!

Pasado burgués de Río

Teníamos curiosidad por conocer el pasado burgués de Río y decidimos ir a conocer Santa Teresa, un barrio céntrico al que se puede llegar en el tranvía. Hoy hemos pasado el día allí. Lo que olvidaron especificar en las guias, es que subir al tranvía, es como montar en una atracción de feria!!! Qué miedo hemos pasado al pasar por encima del estrecho puente!!!


Santa Teresa exhibe su pasado burgués en forma de mansiones, muchas ocupadas hoy por talleres de artistas. En el siglo IX pertenecia a la zona residencial de la classe alta. El tranvía se construyó con el fin de que sus residentes puediesen desplazarse al centro de la ciudad. Posteriormente la zona ha sido habitada por bohemios y artistas. Todos sus alrededores están ocupados por favelas, incluso hemos podido ver en la zona calles y casas también ocupadas por familias de clase baja.

Ha sido muy interesante descubrir este barrio tan diferente a lo visto hasta el momento y pasear por sus estrechas calles. Nos hemos animado a entrar a almorzar en el popular restaurante "Do Mineiro" y probar el plato de la casa: la feijolada (cocido de frigoles con carne, acompanhado de arroz, verdura y otros platos de nombre difícil de recordar).

Aunque no sea carnaval... vale la pena!

Playa de Flamenco

Vistas del Cristo Redentor

Cómo nos apetecía disfrutar del buen clima de Brasil... Después de unas semanas de abrigo, ahora estamos encantados de poder, nuevamente, broncearnos bajo el sol, con la ventaja de hacerlo en estas playas, escenario de diversas películas... Indudablemente la ciudad depende y se caracteriza por su arenosa costa y sus aguas cristalinas azul turquesa. Hoy hemos estado en Copacabana, la playa más popular de Río y podríamos decir que, después de la Costa Brava, es una de las mejores y más lindas en las que hemos estado. Hay cantidad de redes para practicar voley o futevoley y personas de todas las edades echando sus partidos. Los amantes a practicar deportes al aire libre, aquí tienen el paraíso...Es la zona con mayor actividad tanto de día como de noche. A Rudi le ha costado poco hacer amistades y poder dar unos toques al balón.

El apartamento que alquilamos para los tres (Rudi, Marina y Cristina) está de lujo! Se encuentra a cuatro paradas de metro de las conocidas playas Copacabana e Ipanema y a tres cuadras tenemos Flamenco (otra playa). Nos sentimos muy cómodos. No le falta de nada!!!

Río también es una ciudad de contrastes: elegantes hoteles de lujo, caros restaurantes y elevados precios en los comercios ,contrastan con la infinidad de favelas y personas que viven en la calle. El país se encuentra en rápido crecimiento pero seguro que muchos brasilenhos se están quedando en el camino ya que no parece estar equilibrada tanta rapidez con la economía de sus habitantes. Sólo es una opinión...

Muchos adjetivos describen esta ciudad: alegre, actual, refinada o popular, todos ellos referidos a la vitalidad de sus habitantes. Habíamos oído hablar de la alegría permanente de los brasilenhos; no era exagerado! En cualquier ocasión dónde alguien tenga una superficie para dar unas palmadas y empiece a entonar alguna de sus moviditas sambas, la gente que se encuentra alrededor no duda ni un instante en empezar a mover sus caderas y seguir el ritmo de la música.

Centro de Río de Janeiro

Morando en Rio de Janeiro

«La geografía de Río de Janeiro es tan perfecta que ningún arquitecto la superará nunca». Así definía a esta increhible ciudad un arquitecto al conocerla... la definión no podía ser más acertada.

Desde la base del Cristo Redentor (Corcovado) hemos admirado el conjunto de montañas, bahías, cabos y selva de esta ciudad que, junto a millares de casas y edifícios, forman un espectáculo digno de ver. Quizás el Cristo en si, no lo consideramos caracterizado como para ser considerado Maravilla del Mundo, pero, todo lo que se puede ver desde sus pies, realmente lo es.

Ayer estuvimos paseando por las playas cercanas a nuestro apartamento (de escándalo!) pero todavía no hemos tenido el placer de conocer las míticas Copacabana e Ipanema, aunque no tardaremos en ir.

Tenemos mucho que contar sobre Río. Poco a poco iremos explicando. La primera impresión ha sido muy buena, pero sólo llevamos tres días en la ciudad!

Más fotos de Iguazú

Que bella es la naturaleza!!

Hoy ha sido un gran día. Por fin hemos podido contemplar las maravillosas Cataratas de Iguazú. Después de llevar casi 5 meses viajando y viendo cosas realmente bonitas, sin querer, uno resta interés a las cosas que está a punto de ver. Eso es lo que nos pasaba antes de presenciar algo que rápidamente nos ha hecho cambiar de opinión.
Solo habían pasado unos minutos cuando nos hemos dado cuenta de que estábamos delante de otra de las maravillas de la naturaleza. Las Cataratas de Iguazú responden a cualquier espectativa creada anteriormente e incluso la sobrepasa. Con caídas que superan los 70 metros de altura y con un caudal de 1500m3 por segundo, estas poderosas lenguas de agua hacen retumbar el suelo y arrasan con todo aquello que se interpone en su camino. Nada que caiga en sus redes tiene la más mínima posibilidad de sobrevivir. Lo que hemos presenciado hoy es lo más parecido que he visto en toda mi vida al fin del mundo. Si este lugar existiera, seguro que sería igual a lo que hemos visto hoy.

Cuando uno llega a la triple frontera tiene la posibilidad de visitar las cataratas desde dos lados diferentes. El lado brasileño y el argentino. La verdad es que merece la pena hacerlo desde los dos, pero si hay que elegir, uno tiene que hacerlo desde Argentina. La caminata esta dividida en tres circuitos que suman unos 3000m de recorrido. Mientras que en el lado brasileño solo existe un único circuito de unos 1000m. Ambas vistas son bonitas. Desde Brasil se ven desde la base y desde Argentina desde su inicio, o sea, desde la parte superior.En Argentina, el circuito es mucho más completo y, como colofón, te permite ver la mismísima Garganta del Diablo desde casi sus entrañas. Una larga e interminable pasarela que cruza increíblemente todo lo ancho del río, te lleva hasta la boca de las caídas más impresionantes de Iguazú, la Garganta del Diablo. Su nombre puede parecer exagerado, pero nada más lejos de la realidad. Cuando uno pone sus pies al final de la pasarela y mira hacia a bajo se le ponen los pelos de punta. Entre el ruido ensordecedor de la cascada y la fuerza del agua al caer, que levanta enormes polvoredas de agua vaporizada, hacen que a uno le invada una extraña sensación de miedo e inseguridad a la vez. La piel se te pone de gallina y no das crédito a lo tienes ante ti. Sin duda, la Garganta del Diablo es la mayor atracción de estas cataratas.
Cuando uno esta frente a ella se da cuenta de lo pequeños e insignificantes que somos ante la naturaleza cuando ella quiere. Nos empeñamos en destruirla cuando ella, solo con un suspiro, podría hacernos desaparecer sin ningún tipo de esfuerzo.