Cada vez que sacas dinero del cajero automático, los billetes que recibes son de 100 (en Argentina y Uruguay, 100 pesos; en Perú, 100 soles y en Ecuador, dólares). El problema viene cuando quieres pagar en algún establecimiento, ya sea tienda, restaurante, lugar de ocio y turismo... generalmente debes pagar el importe exacto porque no tienen cambio. La magnitud de la cuestión se extiende a que el total a pagar sean tres soles, pagar con cinco y que no tengan "el vuelto". Es en ese momento cuando, con tus billetes de 100 en la mano, preguntas qué hacer.
En Argentina y Uruguay se limitan a esperar que consigas cambiar tu billete. Si lo que quieres es comprar algo, simplemente no te lo llevas hasta que pagues. Si ya has consumido, te insisten para que te muevas y lo resuelvas cuanto antes, mejor. El problema sigue cuando te diriges al establecimiento del lado, al del frente, al de tres cuadras más abajo y NO TIENE CAMBIO. La impotencia te invade en ese momento y consigue que maldigas cosas que realmente no querías maldecir.
A diferencia de Argentina y Uruguay, en Perú y Ecuador, aunque tampoco tienen moneda ni billete pequeño, se responsabilizan de conseguirlo y son quienes te atiendes los que van a por el cambio.
En Argentina, uno de los motivos de que no corran la monedas, puede ser que el transporte público sólo funciona con ellas y debes echar el importe exacto porque tampoco te da el vuelto. Pero, y en el resto de países? Qué ocurre? Dónde se esconden las monedas??? Y lo peor, por qué el cajero siempre te da billetes grandes???
Otro enfrentamiento que hemos tenido y seguimos teniendo a menudo en los países que hemos visitado hasta ahora, es conseguir que la gente respete su turno en las colas para comprar, pedir información, tomar algún transporte... Aunque te vean esperando, llegan y se ponen delante tuyo. Cuando les llamas la atención se quedan realmente sorprendidos, incluso la persona que te está atendiendo. Puedes sentirte satisfecho si consigues que no insista en que se le atienda ignorando por completo tu comentario.