Como le dije a nuestro amigo Rubén: creo que me he vuelto a enamorar. Esta vez la víctima es Lima. Es una metrópolis de más de 7 millones de habitantes, que conserva con orgullo sus conventos y casonas coloniales, símbolos de su tradición. Es una ciudad moderna en constante crecimiento, pero que ha sabido mantener al mismo tiempo, la riqueza de su pintoresco y histórico Centro.
Nuestros dos primeros días en la ciudad los pasamos en compañía de Bruno (quien conocimos en Chile y de origen peruano) y sus amigos. Nos llevaron a conocer la vida nocturna de la ciudad. En Lima hay más de un motivo para olvidar el sueño y te invita a trasnochar. La noche es muy seductora para los amantes de la música, el baile, la diversión y la fiesta. Tuvimos el placer de conocer diferentes distritos limeños en los cuales se puede disfrutar de la pasión de la vida nocturna. Visitamos Barranco: distrito tradicional, con aire antiguo y lleno de romanticismo, considerado punto de encuentro de los bohemios de la capital. En la zona de San Isidro y Miraflores, también existe una variada gama de posibilidades de diversión. Bruno consiguió que lo pasásemos realmente bien.
Para compensar nuestro descubrimiento nocturno de Lima, tuvimos el placer de encontrarnos con Gilda y Victor, amigos de mi papá, quienes no dudaron en ofrecernos un Tour por la ciudad. Hay tantos rincones por conocer y descubrir, que se tiene la impresión de que las horas "se pasan volando"... Fuimos a visitar parte del Centro Histórico, declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por ser un retrato encantador de una época pasada, lleno de incomparables monumentos artísticos. Estuvimos en la Iglesia y Convento de San Francisco, donde pudimos visitar sus catacumbas y conocer su historia. Paseamos por diferentes parques y plazas, como la Pl. Mayor, la Pl. San Martín... que ellos gratamente acompañaban con la información que tenían de lo que veíamos. Conocimos parte del distrito portuario El Callao, ubicado a 14 km del centro de Lima, donde se encuentra el mayor puerto del país. Caminamos por el paseo del puerto, por la Pl. Grau y visitamos la iglesia más antigua de la zona. Continuamos el recorrido por La Punta, lugar ideal para caminar y respirar la brisa marina donde se puede observar un hermoso malecón y lindas playas de canto rodado.
Pudimos degustar la exquisita y variada cocina peruana: el cebiche (pescado crudo en adobo de limón), arroz chaufa (al estilo chino), la mazamorra morada (dulce espeso de maíz morado con harina de camote, fruta picada y especias), los picarones (buñuelos fritos circulares de harina de camote bañados en miel de chancaca) y otros más igualmente deliciosos. Para beber se prefiere la chicha morada (refresco de maíz morado), la cerveza y la peruanísima Inca Kola (agua gaseosa).
Anoche pasamos las horas alrededor de la mesa de casa de Gilda y su también encantadora hermana Mirta, donde pudimos seguir degustando la cocina peruana y, como no, su bebida por excelencia: El célebre Pisco Sour, uno de los más deliciosos cócteles del mundo.
No nos cansamos de conversar con personas como ellos, quienes tienen mucho que contar y compartir con nosotros.
2 comentarios:
Delicias peruanas. Si podéis intentad disfrutar de una Pachamanca que bien bien no es un plato si no una forma de hacer y tampoco es bien bien eso, vaya como una "costellada" que no es ni un plato , ni una manera de hacer, es como una fiesta, ¿entendéis el concepto?, pues algo parecido es la Pachamanca. No os digo lo que es pero si podéis disfrutar de una, me lo agradeceréis.
Rubén
Carai amb la ruta... precioses les fotos dels glaciars, per cert. Per cert, us animo a que recopileu i que feu un top ten de les deu coses que mes us han agradat durant aquests primers mesos de viatge... necessito un resum, jaja.
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