Hacia la ciudad perdida de los Íncas.

Solo llevamos unas horas en Cuzco y ya echamos de menos a nuestros amigos limeños. La partida ha sido difícil, pero les llevaremos en el corazón durante el resto de nuestras vidas.
Cuzco se encuentra situada a 3.330m de altura sobre el nivel del mar y se considera la puerta de entrada a la ciudadela del Machu-Pichu. Todo el mundo pasa por aquí para ver la nueva maravilla del mundo moderno. Existen diferentes formas de acceder a este lugar. Se puede ir haciendo el camino del Ínca durante 2 o 3 días caminando o se puede acceder en tren. Nosotros hemos optado por ésta última opción, entre otras cosas porque el camino del Ínca esta reservado hasta agosto, así que no había otra.
Nuestra llegada a la ciudad ha sido tranquila pero sin dejar de notar constantemente la falta de oxígeno en el aire, esto puede llegar a producir dolores de cabeza, mareos y hasta vómitos. Por suerte nosotros no hemos pasado del primer síntoma y esperamos que la cosa siga así.
Hemos decidido pasar un día entero en Cuzco antes de partir a Aguas Calientes ( pueblo de Machu-Pichu), que se encuentra a pie de la ciudad perdida, recorrer sus innumerables callejuelas, contemplar sus arcaicas construcciones y disfrutar de la gastronomía andina una vez más.